Cuando ella llegó a mi fue como un milagro.
Estaba perdida, estaba en medio de un caos,
yo era un ladrillo de otra pared más de un edificio en ruinas, y ella quien decidió reconstruir todo para que se viera mejor.
Yo era un cero, y ella era un uno,
siempre sumando,
siempre siendo -más-.
Yo estaba ahí, tratando de pasar desapercibida,
siendo lo mejor que sabía ser,
un silencio en medio del ruido,
nada en medio del todo.
Y entre tantos, me vio, no se acercó pero estuvo ahí,
en cada momento, en cada día.
Entonces pasó,
dos almas chocaron y no formaron una explosión,
no fue un desastre,
no fue un horror.
Dos almas chocaron y fue paz,
fueron dos ojos llenos de luz,
labios llenos de confianza,
manos llenas de fortaleza,
oídos llenos de atención,
abrazos llenos de amor.
Dos almas chocaron y decidiste quedarte,
ver todo lo que podría salir de todo esto,
ser parte de un nosotras cuando estabas acostumbrada a ser solo tú,
me dejaste entrar, me entregaste tu corazón y ahora solo quiero cuidar de él.
Y soy feliz de conocer esta forma del amor,
ese que cuida, que protege, que ama sin condición,
esta en la que no tienes miedo siempre,
y que con cada beso, palabra y gesto, sabes que está bien,
porque cuando escucho tu nombre se traduce a paz,
y sé con certeza que contigo,
siempre me siento en casa,
contigo siempre siento que pertenezco a un lugar.
Y ahora ya no soy cero,
ya no soy un silencio,
ya no soy nada.
Tal vez, nunca lo fui.
Ahora siento que soy el número,
el ruido,
y el todo,
de la persona indicada,
de la persona que es mi sueño en mi gran realidad.
te estás haciendo mierda
ayudas demasiado a todos
y no te preocupas ni un
poquito
por vos
Elvira Sastre.
Miles de veces. ¿Cierto?
A veces estoy triste y no sé por qué,
A veces abrazo mucho mi almohada y no sé por qué,
A veces quiero que gente que ya no está me abrace y no sé por qué,
A veces sólo quiero llorar y no sé por qué,
A veces siento que nunca he sabido querer y no sé por qué,
A veces la tristeza me abraza, me mima, me acaricia y me hace muy débil…no sé por qué.
Jesús Guillermo. flowing. Soñando realidades. [34]
Lo difícil de ya no tenerte en mi vida, es que aún hay lugares, olores, sabores y canciones que me recuerdan a ti.
Cattleya